Mis manos frías acariciaron por última vez tu cara y solo miraba como tu piel absorbía tus lágrimas. Mis pulmones llenos de fuego inhalaban tu respiración y de vez en cuando robaban tus suspiros de niño herido. Nuestras miradas lastimadas se cruzaron por una despedida que no tenía que ser. Ahora siento como si estuviese siendo golpeada a palos bajo mis sabanas y lo único que me pregunto es  _como calmar el dolor de saber que ya no seremos más? 

Belinda Vam