huida de la felicidad

Intenté esconderme de la felicidad bajo una cortina de buenas intenciones y nobleza. Como si temiera a ser feliz…Pero al final mis intentos fueron insuficientes y fracasaron, tal como fracasa aquel que evita dejar de hacerse viejo.

No negaré que en momentos estuve seguro de haber dejado la felicidad a un par de millas de distancia atrás…Pero me detuve un solo instante y mientras menos me lo esperaba, con los ojos cerrados y creyéndome a salvo de ella, me tomó por la espalda y de sorpresa me tendió sobre el suelo.

Sucumbí ante una fuerza que creía insignificante… allí, tendido sobre el pasto, volví a ver las estrellas como hacía tanto que no las veía, y comprendí que mi intento de fuga había sido en vano.